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 Vamps!!!

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MensajeTema: Vamps!!!   Vamps!!! Icon_minitimeLun Sep 21, 2009 6:21 pm

Vamps!!! N253789

Titulo: Vamps
Autor: Nancy A. Collins.

Cuando el sol se esconde, la verdadera élite de Nueva York se dirige a un lugar: La Academia Bathory, donde las jóvenes señoritas de las mejores familias de vampiros son entrenadas en la transformación y en atraer a sus presas.

La actual reina de Bathory, Lilith Todd, es la hija de un poderoso vampiro hombre de negocios, y sabe exactamente lo que quiere de la vida. Quiere ser hermosa para la eternidad y divertirse hasta que el sol salga con su deslumbrante novio, Jules. Y no quiere ninguna Sangre Nueva que se interponga en su camino.

Entonces aparece Cally Monture, una chica que se enamora de un chico Van Helsings (cazavampiros) llamado Peter. Cally es de repente una inesperada amenaza. Cuando su primer encuentro lleve a trágicos resultados, Lilith quedará hambrienta de venganza.
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MensajeTema: Re: Vamps!!!   Vamps!!! Icon_minitimeLun Sep 21, 2009 8:27 pm

CAPITULO 1

Traducido por: LIBROJOVEN.BLOGSPOT.COM y Isabella_cullen88

―Puedes dejarme aquí, Bruno. ― Dijo Lilith Todd mientras deslizaba el pie derecho
en un tacón Christian Louboutin.
El chófer la miró rápidamente por encima de su hombro mientras pilotaba el Rolls
vintage por la Sexta Avenida. Bruno había estado conduciendo a la familia Todd hacia y
desde sus varios destinos desde los días de los adoquines y los coches de caballos.
Antes de eso había sido oficial en algún ejército europeo.
Le preguntó:
― ¿Está usted segura, señorita Lilith? Puedo dar una vuelta más a la manzana si así
lo desea.
Lilith comprobó que su vestido de Dior verde esmeralda sin espalda tuviera la
cremallera subida hasta la cintura y miró su reloj Patek Philippe. Estaba secretamente
complacida por ver que había batido su récord personal para cambiarse del uniforme
del colegio a ropa de fiesta en la parte de atrás de la limusina.
― Dije ahora, Bruno.
― Sí, señorita Lilith.
Mientras el conductor se detenía ante el club en la región acordonada para servicio
de aparcacoches, un joven vestido según el estándar del Belfry (pantalones negros de
diseño, camiseta y chaqueta de cena) se apresuró a abrir la puerta del coche.
El Belfry había sido una vez una iglesia Episcopal construida por barones ladrones.
Más de 125 años después, los ricos y famosos aún circulaban a través de su ornamentada puerta doble; sólo que ahora venían a ser ministros de la carne y a beber
el espíritu.
Incluso aunque ya eran pasadas las dos de la madrugada, había bastantes quiero-yno-
puedo andando por los alrededores, refunfuñando entre ellos y mirando con ojeriza
a los fornidos matones que vigilaban la entrada al club. Cuando Lilith extendió una
pierna bien formada hacia el bordillo, la multitud al lado equivocado de las cuerdas de
terciopelo se volvió hacia ella, hambrienta de un vistazo, sin importar qué efímero, al
glamur de una celebridad.
Con una sacudida de cabeza, Lilith subió por las escaleras hasta la puerta, su largo
pelo de color miel flotando tras de sí como el velo de una novia. Una de las ratas de
puente-y-túnel le dio un codazo a su compañera en las costillas y señaló a Lilith
mientras pasaba como una ráfaga por su lado.
― ¡Mira! ¡Ahí está una famosa! ¿No es esa . . .?
― No lo creo. ― Dijo su amiga, guiñando los ojos como un perito de joyas tratando
de diferenciar una piedra preciosa de una semipreciosa. ― Demasiado joven. Pero
estoy bastante segura de que es famosa. O rica. O tal vez las dos.
Lilith alzó la mano hacia la boca para que nadie pudiera verla reír. Oh, era rica y
famosa, es cierto. Sólo que no de la forma de la que esas quiero-y-no-puedo estaban
pensando.
Cuando llegó a la puerta delantera del club, un nuevo portero alzó un brazo
musculoso, bloqueándole el paso.
― Da usted el pego, señorita. ― Dijo, sus ojos escaneando una y otra vez su cuerpo
esbelto. ― Pero tengo que ver alguna identificación.
De repente el conserje se acercó corriendo y le dio una palmadita al portero en el
hombro. La inmensa montaña humana de músculo bajó la cabeza para que el conserje
pudiera decirle algo al oído. Lilith sonrió al ver cómo el pánico cruzaba su rostro.
― Lo siento, fallo mío. ― Dijo atropelladamente el portero, exponiendo la garganta
en deferencia mientras se apartaba de su camino. ― Disfrute de su noche, señorita
Todd.
Lilith cruzó la brillante entrada y se dirigió hacia la inmensa pista de baile que
llenaba lo que otrora había sido el santuario de la iglesia. Alzó la vista hacia la cabina
del Dj alojada en el viejo púlpito y saludó al joven que estaba pinchando trance a
niveles ensordecedores.
Encontró a Sebastian, el promotor de fiestas del club y guardián de la sala VIP en el
segundo piso. Este se apresuró a su encuentro tan rápido como sus zapatos de cuero
azul personalizados podían transportarlo. Como siempre, estaba extático por verla.
― ¡Lilith! ¡Nena! ¡Te ves absolutamente deslumbrante! ¡Qué bueno verte! ― Gritó
sobre los golpes palpitantes del sistema de sonido del club.
― Hola, Seb. ― Le respondió ella a gritos. ― ¿Están los demás aquí?
― Jules acaba de llegar. Sube al Loft; tengo tu vintage favorito caliente y listo para
ti.
― ¡Eres mi favorito, Seb! ― Dijo ella, besando el aire a cada lado de sus delgadas
mejillas.
― ¡Estoy seguro de que se lo dices a todos los diabólicamente guapos promotores
de club que te dejan beber gratis! ― Le guiñó el ojo.
Mientras entraba el loft del antiguo coro que servía de sala VIP para el club, Lilith
encontró a su prometido, Jules de Laval, despatarrado en uno de los divanes. Estaba
vestido en un polo de Armani, las mangas arremangadas para darles a sus bíceps una
revelación máxima, charlando con Tanith Graves, una de sus mejores amigas. Con su
despeinado pelo rubio rojizo hasta el hombro, ojos verdes, nariz perfectamente recta,
y mandíbula fuerte y masculina, Jules parecía una estrella de cine y le encantaba actuar
como tal.
A Tanith y Lilith les gustaba pasar por hermanas, y dado que las dos chicas tenían
pelo rubio, rostros ovalados, morenos falsos, y el mismo gusto por la moda high-end,
era una mentira fácil de interpretar.
Sentado junto a Tanith estaba su novio, Sergei Savanovic, uno de los compañeros de
clase de Jules en Ruthven’s. Con su pelo oscuro hasta los hombros, ojos negros, y
afición por los jerséis de cuello redondo y los vaqueros de cuero, a Sergei se le podía confundir fácilmente con un poeta ruso, pero era en realidad de Serbia, tal y como
indicaba rápidamente a cualquiera que se molestara en preguntar.
Carmen Duivel y Oliver Drake estaban despatarrados en el sofá de enfrente. La cara
de muñeca de Carmen y su cabellera cobriza se complementaban perfectamente con el
pelo rubio trigueño de Oliver y sus buenas pintas de chico malo. Como la mayoría de
parejas de vampiros, Oliver y Carmen sólo estaban saliendo porque sabía que se les
veía bien juntos.
― Aquí está. ― Dijo Jules, sonriendo mientras se ponía en pie. ― Estaba
empezando a creer que la Profesora te había hecho quedarte después de clase.
― ¡Gracias por el Jueves del Fundador! ― Rió Lilith mientras se abrazaban. ― ¡No
sé cómo hay bobalicones que pueden soportar ir al instituto cinco días a la semana! ―
Le lanzó a la sala una mirada condenatoria mientras le daba un beso en la mejilla. ―
¿Quién no está aquí todavía?
― Melinda. ― Respondió Carmen.
― Gran sorpresa. ― Dijo Lilith poniendo los ojos en blanco. ― Siempre llega tarde.
― ¡Como si tú pudieras hablar! No eres exactamente la más puntual. ― La
reprendió Jules.
― Sí, pero yo llego elegantemente tarde, cariño. Hay diferencia. Así que ¿qué plato
me he perdido?
― Ollie nos estaba diciendo cómo consiguió pases para detrás de bastidores en la
Fiesta Rosa de Victoria’s Secret para todos. ― Dijo Carmen con excitación.
― Uno de los esclavos de mi padre es publicista para la compañía. ― Explicó Oliver.
― ¿Victoria’s Secret? Oh, por favor. ― Lilith dio un pequeño sorbido.
― Sí, no estaba muy segura de querer ir. ― Dijo Carmen, su nervioso entusiasmo
repentinamente mermado. ― ¿En qué estaría yo pensando?
― Voy a buscar un trago. Tengo que lavarme el sabor a colegio de la boca. ― Dijo
Lilith. ― No cotilleéis demasiado cuando yo no esté. U os lo haré repetir todo cuando
vuelva.
Mientras caminaba hacia el bar hecho con partes del órgano de la iglesia, pudo ver
que el barman ya estaba buscando algo debajo de la barra.
― ¿Lo de siempre? ― Preguntó.
― Por supuesto.
― Aquí tienes. ― Dijo él, entregándole un vaso de vino lleno de algo que se podría
confundir con clarete.
Lilith olió el bouquet, sonrió, y asintió su aprobación.
Reuniéndose con sus amigos, Lilith vio que Melinda había llegado. Con sus ojos
pálidos color jade, piel café con leche, y un elaborado peinado de trenzas, la hija de
Anton Mauvais era una belleza fascinante―y una que estaba un poco demasiado cerca
de Jules.
― Qué bien ver que por fin has llegado, Melly. ― Dijo Lilith mientras se deslizaba
entre los dos de forma que Melinda se viera obligada a retroceder un paso.
― Tenía que ir a casa a cambiarme de ropa. ― Explicó Melinda. ― O habría estado
aquí antes.
― ¿Qué estás bebiendo, Lili? ― Preguntó Sergei.
― AB negativo servido a temperatura corporal con una pizca de anticoagulante:
justo como a mí me gusta.
― Ñam.
― Así que . . . ¿qué tal el instituto? ― Dijo Jules de pronto.
― ¡Uf! ¡Por favor, no me lo recuerdes! ― Lilith hizo una mueca. ― Por el momento
estamos a una semana del semestre de otoño y ya es una polla de burro.
― No me había dado cuenta de que las pollas de burro fueran unidades de medida.
― Rió Jules por lo bajo.
― ¡Cállate! ― Dijo Lilith, dándole un golpe juguetón en la pierna. ― ¡Ya sabes a qué
me refiero! Da igual, la cosa es que tenía la esperanza de que nos trataran más como a
adultos y menos como a iniciados este curso. Tal vez dejarnos hacer un viaje de campo, hacer algo de atracción, ¿sabes? ¡No hubo suerte! ¡Ya puedo atraer a cualquiera de los
idiotas en este club con una mano atada detrás de la espalda! ― Vació su vaso y lenta y
sensualmente se lamió los labios.
― Si es eso lo que te interesa, siempre podemos ir a las barriadas. ― Sugirió Tanith.
― Hay muchos camellos en esta ciudad, de día o de noche. Nadie se daría cuenta ni a
nadie le importaría lo que les pasara.
― Allá por Washington Square Park hay un punto fácil. ― Sugirió Jules
bruscamente, guiñándole el ojo a Tanith.
Tanith alzó una ceja pero tuvo cuidado de asegurarse de que Lilith no viera la
expresión de su rostro. Todas las amigas de Lilith sabían que no debían responder al
flirteo de Jules, ni siquiera en broma.
― ¿De verdad? ¡Entonces vamos! ― Dijo Lilith, negándose a reconocer el
comportamiento de Jules.
El matrimonio entre Lilith Todd y Jules de Laval había sido decidido por sus familias
cuando aún eran bebés, y estaba visto como la unión perfecta entre el poder del Viejo
Mundo y la riqueza del Nuevo Mundo.
Los De Laval eran la familia más aristocrática en toda la ciudad. El padre de Jules, el
Conde de Laval, tenía un derecho de sangre que databa de antes del reino de Clovis I, y
aún poseía algunas propiedades considerables en su Francia nativa.
A pesar de haber cambiado el apellido familiar de Todesking al mudarse a América,
los Todd no tenían aspiraciones a realeza. Sin embargo, eran más ricos que Midas. Al
preparar un contrato de matrimonio con los Laval, el padre de Lilith había garantizado
que su preciosa hija llegara a ser una auténtica princesa―o por lo menos condesa―y
los De Laval se aseguraban el continuo flujo de dinero necesario para asegurarse de
que su colección de châteaus, palacios, y castillos continuara en la familia.
Por supuesto, nada de esto impedía que los ojos de Jules―y otras partes de su
cuerpo―se desviaran con regularidad.
― Podríamos hacerlo este fin de semana, supongo. ― Jules se encogió de hombros.
― Eso es si no te importa que se vengan varios de los chicos.
― Siempre estoy interesada en ir de fiesta. ― Dijo ella, acurrucándose junto a el.
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MensajeTema: Re: Vamps!!!   Vamps!!! Icon_minitimeLun Sep 21, 2009 8:30 pm

Continuacion capitulo 1.


Hubo un sonido como un zumbido y Jules saco su telefono movil.

"Es mi papa," dijo con un gruñido. "Mejor me voy".

Lilith cambio el angulo de vision moviendo la cabeza y asi podia ver el nombre de identificacion de la llamada de Jules, pero esta ya tenia la mano encima del telefono. "Desde cuando sales corriendo cuando tu padre te llama? " pregunto ella.

"Desde que saque malas notas en mi ultimo examen de alquimia." Contesto Jules acidamente. "El amenazo con cancelar mi viaje a Vail si no pasaba almenos un par de horas estudiando despues de clase."

"Entonces nos vemos mañana por la noche , no?"

"Seguro". Contesto Jules.

Mientras el se inclinaba para darle un beso de despedida , Lilith se elevo para encontrarlo.Jules le acuno la parte trasera de su cabeza con la mano mientras deslizaba su lengua impaciente y hambrienta. Despues de un largo momento , sintiendose al final verdadero, el examino sus ojos y le regalo su sonrisa atractiva patentada.

"Tengo que irme , nena. Llamame cuando te levantes."

Lilith miro como jules se marchaba. Aunque el loft estaba lleno , la multitud se aparto sin que el tuviera que decir ni una palabra.Silenciosamente se pregunto si el realmente tenia que irse por esta causa , o si simplemente era una excusa para estar con alguien mas. Tendria mucho tiempo para salir solo despues de que se casaran. Hasta entonces , queria a Jules solo para ella. La idea de Jules haciendo las cosas que el le hacia , a otra chica era suficiente para provocar los ataques de ansiedad celosa en ella.

Lilith echo un vistazo a sus manos y vio que estaban apretadas con los nudillos rojos. "Me perdonais un momento , verdad?" dijo a los demas cuando se levanto. "Tengo que hacer una visita a la habitacion de las chicas."




El servicio de señoras de la sala VIP era bastante mas pequeño que el de abajo , con solo dos baños y ningun espejo en la pared del lavabo.Lilith exploro el suelo rapidamente , comprobando que no hubiera pies visibles por debajo de las puertas. Satisfecha de ver que estaba sola , dejo caer la tapa de uno de los baños para poder sentarse. Sus manos ya empezaban a temblar cuando ella corrio el cerrojo de la puerta.

Dejo su bolso de Prada a sus pies y lo abrio, buscando a ciegas con los dedos buscando donde guardaba ella el alijo prohibido que nadie conocia: ni sus padres , ni Tanith , y menos Jules. Ella solo necesitaba un pequeño empujo, eso es todo.Solo algo que le quitara la borderia y le subiera la autoestima. Todo el mundo pensaba que para ella era facil. Pero ser la hija perfecta , la amiga perfecta , la estudiante perfecta y la novia perfecta todo el tiempo , no lo era.

Ella se merecia esto.

Ella abrio su mano para revalar una pequeña caja compacta. Sonrio cuando abrio la tapa de la caja , revelanto su contenido.

Un espejo pequeño circular.

Lilith miro fijamente su reflejo durante largo rato, inclinando el espejo para verse bien , y ver tanto de su cara como fuera posible. Su madre le habia dicho, su padre le habia dicho, Jules le habia dicho. Tanith le habia dicho. Y cuando se hizo mayor , otros tambien lo dijeron - no con palabras , pero si con los ojos. Incluso aunque solo tuviera dieciseis , lilith estaba acostumbrada a las miradas lascivas que le dirigia la gente de todas las edades. De todos modos no importaba cuantas veces le dijeran los demas que era atractiva, no era lo mismo como el hecho de verlo con sus propios ojos. Sin embargo el alivio que le proporciono el pequeño espejo no venia sin cobrarse un precio. Si alguna vez la cogian con el , ella automaticamente seria expulsada del colegio y llevada como una criminal ante el Synod , el consul gobernador que procuparaba que obedecieran las leyes ancestrales de su gente.

Lilith escudriño su pelo y su maquillaje , comprobando para asegurarse de que ella se veia de lo mejor , antes de cerrarlo. Cuando hubo devuelto el espejo a su escondite secreto , sus manos volvian a estar estables, de forma segura. Antes de salir le dio a la cadena , por si acaso habia entrado alguien en los servicios mientras tanto y pudiera estar oyendo. Despues de todo la imagen lo era todo.

Ella era otra vez : Lilith Todd, La princesa vampira americana.


"Donde has estado tanto tiempo?" pregunto melinda mientras lilith volvia a juntarse con el grupo.

"Estoy aburrida. Quieres ir abajo?" dijo lilith , sin hacer caso de la pregunta mientras se terminaba la bebida.

"Claro." Tanith dijo encogiendose de hombros. "Sergei odia bailar no?"

"Mis mejores movimientos estan en el tocado." sonrio sergei abiertamente con una sonrisa torcida. "me quedare aqui y jugare un buzz."

"Lo mismo para mi." dijo Oliver mientras bebia un sorbo de su bebida.

"Vamos" dijo lilith cogiendo la mano de Tanith.

"A bailar." se dio la vuelta para mirar a carmen y melinda. "venis?"

Carmen y Melinda intercambiaron una mirada , se pusieron depie y siguieron a sus amigas sin decir una palabra. Aunque la pista de baile estuviera llena , Lilith y su sequito se movieron sin esfuerzo a traves de la muchedumbre hasta alcanzar el centro. Mientras el cuarteto bailaba , y se reia tontamente , lilith se dio cuenta de que la estaban mirando. Miro alrededor y vio a un hombre de unos treinta y pico años, mirandola fijamente.

Normalmente ella no hacia caso de estas cosas cuando frecuentaba Belfry, pero estaba aburrida , habia bebido y le gusto su mirada. Quizas ella tuviera asi un poco de diversion. Encontro los ojos del hombre y cabeceo ligermante. El zopenco le sonrio y mostro el trabajo caro del dentista y se movio hacia ella. Ella se deslizo hasta encontrarse con el con los ojos mirandole fijamente.

Viendo lo que hacia lilith , tanith , carmen y melly se colocaron rapidamente entre la pareja y el resto de personas circundantes, con eficacia aislando la presa del resto de la gente. A medida que el baile continuaba , el zopenco parecia ajeno al hecho de que su nueva pareja de baile hubiera estado llevando hasta el borde de la pista de baile. El coloco sus manos sobre la cintura de lilith, sus ojos ardiendo con una mezcla de lujuria y calor, pero ella se deslizo con facilidad de entre sus dedos.

Ella sonrio , moviendo un dedo con reproche fingido , pero todavia sin decir una palabra. En cambio ella cabeceo en direccion al servicio de señoras cercano. Sus ojos brillaron aun mas.

Despues de comprobar que estaba despejado , lilith condujo rapidamente a su presa a los servicios, los miembros de sus sequito la siguieron detras de ella. Tanith la siguio imediatamente para servir como goalie, mientras Carmen y Melinda montaban guardia en la puerta, echando fuera a cualquier intruso posible. Lilith mantuvo sus ojos fijos en su presa cuando ella lo dirigio hacia adentro, hacia el baño que ya tenia la puerta medio abierta.

"Entonces, uh, tu amiga esta interesada tambien?" pregunto el zopenco con impaciencia , con sus ojos fijos en tanith, que estaba depie detras de lilith, bloqueando la salida. Lilith echo un vistazo por encima del hombro a su Tanith y las dos compartieron una sonrisa.

"si , tambien le gustaria un trocito de ti." Con cuidado , Lilith empujo a su presa mas adentro , de forma que sus piernas estuvieran en contacto con la tapa de porcelana. "De hecho , a todas nos gustaria provar un trocito de ti."

El hombre sonrio abiertamente mientras aflojaba la corbata y se sentaba en el baño, mirando hacia arriba a lilith como si el acabara de conseguir una de sus fantasias sexuales.Cuantro magnificas poyuelas jovenes y dispuestas a tener cookies en grupo con el? A quien no le gustaria?. Aquella pregunta quedo contestada cuando lilith se agacho hacia adelante , desenvainando un par de colmillos de dos pulgadas que ella enterro en su expuesta yugular. El zopenco apenas tuvo tiempo de dar un grito corto, estrangulado de alarma antes de que las neurotoxinas de su saliva paralizaran sus cuerdas vocales y las privaran de sus habilidades motoras. Sus ojos retrocedieron , mostrandolos solo blancos.

Aunque ella hubiera estado consumiendo sangre humana durante toda su vida, Lilith solo habia experimentado la verdadera sensacion de beber directamente de la vena dos o tres veces antes. Mientras la sangre de su presa fluia en su boca, se asombro de lo viva que se sentia. Chupo con gula eliquido carmesi, temblando de placer mientras toda la vitalidad de su presa se extendia por todo su cuerpo.

"Eh! no te lo acabes todo" sonrio Tanith abiertamente mientras le daba un toque a lilith en el hombro.

"Este es mi invitado." dijo lilith mientras se apartaba para dejarle paso a su amiga.

Tanith recogio el brazo blando del zopenco , empujando la manga de su traje hacia atras , mientras mordia su muñeca expuesta. El no gimio ni parpadeo. Mientras lilith miraba de lejos la escena del cuarto de baño, su atencion fue captada pr el reflejo en el espejo de encima de los lavabos. Se acerco, cautivada por la vision de su boca brillando de color rojo y mojada como si estuviera cubierta por un lapiz de labios recien puesto. Detras de ella pudo ver a Tanith saliendo del cuarto de baño , limpiando sus labios con un pedazo de papel higienico , mientrs carmen la esquivaba para llegar a su parte de la diversion de esa tarde.

De repente hubo una rafaga de ruido cuando sebastian empujo la puerta entrando en el servicio de señoras. El tenia los auriculares inalambricos en un oido y considerable preocupacion en su cara.

"Que demonios esta pasando aqui? Me llego un aviso de que alguien estaba bloqueando el servicio de señoras."

Lilith se movio para ponerse entre el promotor del club y los baños. "Es solo cosas de chicas , ya sabes. Nada para enfadarse , Seb."

"Que estais haciendo vosotras , niñas, aqui abajo -? No os gusta el servicio de señoras de la sala vip?"

La mirada fija de sebastian se dirigio al suelo y sus ojos se ensancharon. "Espera un minuto - son eso zapatos de hombre?"

Dio un paso rodeando a Lilith, abrio de un tiron la puerta y miro fijamente al hombre apoyado sobre el baño como si fuera una muñeca de trapo gigante. La barbilla del zopenco descansaba sobre su esternon y su piel estaba casi tan balnca como los azulejos de alrededor. Sebastian agarro al hombre por el pelo y levanto su cabeza , para luego dejarla caer de nuevo.

"Que has hecho?" aullo el. "Conoces las reglas - nada de esto en el local! almenos no durante las horas del club!"

"mira seb - no te ofendas vale?" dijo lilith tratando de calmar la alarma del promotor, "siempre puedes ponerlo en el sotano con los demas , no?"

"Que no me ofenda?" gruño sebastian , sacando sus colmillos sin molestarse en ocultarlos. "tu sabes quien es este?"

Lilith y las demas se miraron entre ellas y negaron. Con la emocion de la caza , nadie se habia molestado en preguntarle su nombre.

"Este hombres un ejecutivo muy importante de la industria musical! El simplemente no puede desaparecer! Y sobretodo , el no puede simplemente desaparecer en mi club!"

Sebastian cogio el brazo derecho del zopenco y escucho su muñeca. "Todavia esta vivo. Dad gracias al fundador por este favor."

"Tal vez podemos dejarlo en un hospital o algo.?" sugirio Tanith.

"el no puede ir a una sala de urgencias con todas estas mordeduras en su cuerpo!" gruño sebastian , claramente irritado por la enorme molestia que suponia esto. "El parece que se hubiera caido en un hoyo lleno de serpientes."

Sebastian presiono con un dedo su bluetooth y grito con ira. "Andre! Quiero que el servicio de señoras totalmente sellado. No dejes que nadie entre aqui, y mira si alguien puede traernos algun tipo de ayuda sanitaria."

"Entonces que hacemos ahora?" pregunto Lilith.

Nunca habia visto a sebastian tan enfadado y eso la hizo sentirse incomoda. Sebastian suspiro y froto su frente con la parte de dentro de la palma de la mano, haciendo todo lo posible por no sacar su caracter.

"Lo hecho hecho esta. Lo solucionare. No hay ninguna razon para asustarse , vale? Cuidare de nuestro amigo aqui. Hare que los muchachos le hagan una transfusion. El se despertara muy enfermo. Viendo este pinchazo , creera que ha sido afortunado. Pero vas a tener que marcharte y estar lejos del durante un tiempo."

"Quieres decir que no prohibes venir al club?" lloro Tanith.

"Oh , vamos , seb - no estas reaccionando de forma exagerada?" pregunto Melinda.

"Reaccionando de forma exagerada?" Ladro sebastian haciendo rodar los ojos con repugnancia. "No podemos correr el riesgo de atraer la atencion aqui! La policia seria algo bastante malo aqui, pero la ultima cosa que necesitamos son Van Helsings!"

"Pero si nos prohibes la entrada aqui , donde vamos a ir de fiesta este fin de semana?" dijo carmen poniendo mala cara.

"En cualquier parte menos aqui." gruño sebastian."Por todo lo que yo me preocupo.. podeis ir de fiesta al infierno".


Si quieren seguir leyendo el libro vallan a http://alisheadreams.foroactivo.com/forum.htm
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